A donde fui… por Ultrajar a un Menor
Era un día lunes 27 de Enero de 1993 yo, José Luis L.V. ultraje a un menor de edad en mi casa, no se porque lo hice, pero ahora estoy arrepentido por el daño que cause.
Después de mi delito fui llevado por el padre del menor a la PIP de Chorrillos donde me sacaron la “mugre” mejor dicho, me pegaron varias veces, me lo merecía luego me tomaron mi manifestación donde firme y reconocí mi culpa así como el delito.
Mi madre y mi padre venían a la PIP a preguntar por mi, yo, estaba en un calabozo oscuro con miedo. Mi madre lloraba mucho no podía creer lo que estaba pasando con mi persona. Me sentí un ser despreciable por lo que había hecho.
Un día después me llevaron a un edificio verde donde me hicieron un examen médico general luego me llevaron, a Palacio de Justicia en Lima me dejaron en el sótano donde estaban los demás presos.
¡Fue horrible!; nos pegaron a los que veníamos por este delito.
Después de unas horas me llevaron al segundo piso donde me tomaron mi manifestación como sucedieron los hechos; luego que terminaron de preguntarme estuve afuera de la oficina mirando a la calle desde el balcón, de pronto se apareció un señor policía y me dijo que porque había hecho eso si hay tantas mujeres, yo le conteste que estaba arrepentido, que soy consiente del daño que cause trataría de remediarlo.
Luego el policía en un gesto muy amable me obsequio un folleto de la biblia y me dijo que el es hermano que estudia la palabra del señor y me contó como el señor había cambiado a el y toda su familia.
Luego me dijo ¡solo Dios puede perdonarte!, en seguida me volvieron a llevar al sótano, donde estaban los demás presos. Quería dormir pero no se podía, por que molestaban mucho, a todos los que venían por este delito después en la noche a eso de las 8 p.m. nos llevaron en un bus al Penal de Lurigancho .
Nos recibieron con palos en la espalda y en la cabeza; nos pusieron boca abajo. Después nos tomaron nuestras huellas y nuestros datos, nos mandaron a los pabellones. A mi me mandaron al pabellón 11-B.
Estando ahí el guardián me dejo en la puerta, cuando ingrese me preguntaron porque estaba aquí y luego me llevaron al baño donde me sacaron “la mugre” con palos, patadas y puñetes.
Después se me acerco un señor moreno, de contextura delgada era el delegado del pabellón un señor muy amable, me pregunto si tenia familia yo le conteste que si tengo, papá y mamá y hermanos.
Luego el me dijo que tenia que pagar ingreso y una escoba, semanalmente tenia que hacer limpieza, todos los días cargar agua hasta el segundo piso ahí teníamos un tanque el cual teníamos la obligación de llenarlo todos los días, pues de tres meses el delegado me puso a la cocina como ayudante, deje de cargar agua después ya no me molestaban mucho como antes...y toda esta historia por ultrajar a un menor.