MAGALY CHAVARRY Psicóloga/ Psicoterapeuta
 
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"Mirando a traves de los Ojos de las Mujeres"



Mirando a través de los ojos de las Mujeres"

 

 

                                                                                  El feminismo es una herencia 
sintestamento
[1]

                                                                                                             

                                                                                                              Por: Magaly Chávarry Arias

 

            Cada vez que voy explorando más lecturas a mi conocimiento me deja un sabor amargo,  ahora entiendo el porque de la razón de que nosotras las mujeres nos autocoercionamos, nos restringimos inconscientemente, nos limitamos muchas veces claro esta por una cultura que nos han impuesto, por una sociedad conservadora, para beneficio de otros y no buscando la identidad como sujeto propio, es en esta búsqueda que nosotras las mujeres seguimos en ese camino en ese ideal de democracia, éramos invisibilizadas y confinadas en espacios privados.

           

            Una democracia en la que queremos y luchamos por la igualdad de oportunidades  y derechos, por el reconocimiento de su propio cuerpo. En la historia de la humanidad, la desigualdad de hombres y mujeres era intrínseca en la familia tradicional, culturalmente adquirida por patrones culturales establecidos. No debemos pasar por alto la importancia de ese fenómeno. Como vemos en Europa las mujeres eran propiedad de sus maridos, padres o vasallos como recogía la ley.  La desigualdad entre hombres y mujeres se extendía a la vida sexual. En las familias tradicionales no eran solo las mujeres las que no tenían derechos. Si no también los niños.

           

            En ciertos grupos elegantes o de elite, la sexualidad en la familia tradicional estaba dominada por la reproducción. La ausencia de la contracepción eficaz significaba que para la mayoría de las mujeres la sexualidad estaba inevitablemente, vinculada estrechamente al parto. Es por ello que en muchas culturas la aventura sexual se ha tomado como un rasgo definitorio positivo de la masculinidad. Las actitudes hacia la homosexualidad también estaban regidas por una mezcla de la tradición y la cultura. La homosexualidad al menos la masculinidad. Ha sido tolerada, o abiertamente aceptada, en mas culturas de las que ha sido proscrita. La sexualidad que solía definirse tan estrictamente con relación al matrimonio y la legitimidad, tiene ahora poca conexión con ello.

            El matrimonio nunca antes se había basado en la intimidad, comunicación emocional. Por supuesto esto era importante para un buen matrimonio, pero no su fundamento. Para la pareja si lo es la comunicación en primer lugar la forma de establecer el vínculo y poco como un estado de la naturaleza. Tanto para hombres como para mujeres estaba definido como una etapa de la vida que la gran mayoría tenia que vivir. A consecuencia de ello la igualdad sexual no es solo un principio nuclear de la democracia. Es también relevante par ala felicidad y la realización personal.[2]

Es por ello que surge el reclamo de las mujeres en una lucha silenciosa en sus comienzos, por la apuesta que hombre y mujer somos diferente, que nuestro mirar también es diferente, es por ello que surgen las corrientes feministas

 

            El feminismo hoy en día como siempre, trata de dar su expresión teórica a un proceso de cambio social que tiene implicaciones en todos los niveles de la existencia humana: en el nivel económico, en lo político, en el orden cultural y en el de las organizaciones simbólicas. Es un proceso de cambio que tiene dimensiones antropológicas como la ha visto Marvin Harris[3]

 

            El feminismo como proceso de emancipación de las mujeres el proceso de descolonización tiene raíces comunes, justamente, en la ilustración europea, que sentó las bases criticas para que tanto la sumisión de las mujeres como el subyugamiento y la explotación de continentes enteros fueran impugnadas e irracionadas.
El feminismo debería recuperar su tradición y señas de identidad por mas que los post- modernos desacredite las “metanarrativas”, el problema de las mujeres ha sido siempre el de caer en la trampa de que nuestras luchas siempre parte de cero. No creo que se pueda recuperar a lo largo de la historia algunas “pensadoras de la diferencia sexual” interpretan como las emergencias de una identidad femenina genuina y autoconstituyente. Tal identidad es un mito: todas las identidades  son construidas y negociadas sobre todo las identidades dominadas en una tensión entre las “heterodesignación” de que las hacen objeto los dominadores y una auto designación siempre vacilante y tentativa.

 

            No creo, pues, ni la deferencia con mayúscula ni me parece conveniente la pulverización del sujeto del movimiento feminista siempre en precaria y problemática construcción, como todo sujeto colectivo- enana hipertrofia de las diferencias entre las mujeres que ababa por olvidar que ocupan una posición común en ese entramado de pactos entre los varones, incluso entre dominantes y dominados en que el patriarcado consiste.

Así pues, entiendo que el reto actual del feminismo es el reto de la globalización y que este reto solamente se puede afrontar tramando pactos entre mujeres cada vez mas amplias y mas sólidos. Estos pactos son sin duda tremendamente difíciles, pero se va haciendo la experiencia de ellas en los proyectos de cooperación donde se implican cada vez  mas las mujeres, tanto las occidentales como las del Tercer Mundo.[4]

El feminismo ha de poder asumir el reto de la multiculturalidad orientándola en el sentido de una interculturalidad porque las mujeres, por encima de diferencias que encima de diferencias que nadie minimiza , han sufrido en común la dominación y la sub-cultura femenina que esta dominación ha generado en todas partes y que reviste diferentes formas, tiene , con todos claves comunes.

 

            La trayectoria de los movimientos feministas comienza desde los finales de la década de los setenta, ya existían grupos interesados en la defensa de los derechos de la mujer y algunos de ellos con una clara identidad fumista, con el propósito de luchar contra las leyes que la discriminan, en incluyendo la problemática de la mujer,

Observar el cambio que se ha producido en la vida de las mujeres  occidentales en el curso de una generación nos vuelve optimista. Libre disposición de la maternidad. Acceso a la vida profesional incluso en campos hasta ese momento exclusivos. Exigencia de autonomía en el vinculo amoroso, sexual o conyugal: capacidad de iniciativa y sobre todo una construcción lenta pero seguía de un vinculo entre las mujeres que no espera ya su ratificación del control masculino. Pero surgen inmediatamente los límites, como si a pesar de estos importantes logros la estructura misma del mundo y el control de su funcionamiento  no hubieran realmente cambiado, como si la liberación de las mujeres permaneciera condicionada. Tampoco se puede evitar que en el futuro, surjan nuevos problemas o nuevas formas de antiguos problemas que habrá que enfrentar de manera creativa. Así por ejemplo, el dominio de los limites de la reproducción, por la liberalización del aborto y de la contracepción, ha evolucionado hacia su manipulación científica cuyos objetivos  no son muy claros. 

 

            Es cierto que le feminismo colectivo llamado “movimiento” que lleva a las mujeres a la calle para gritar públicamente su protesta, ha desaparecido. En tiempos cuando se vivía cotidianamente, cuando por primera vez las mujeres se contraba así mismas y se hablaban en una súbita autosuficiencia, esas pueden a veces lamentar que el movimiento se haya diseminado en acciones sectoriales, y que después de haber orgullosamente violentamente roto con las instituciones, no pareciera tener otro objetivo sino el de ser integrado, ya se trate de la universidad o de la política de los partidos. La insurrección da lugar a la institución. Procedimiento estratégico siempre ambiguo.

Las feministas de los comienzos transmiten a las mujeres de hoy día una herencia importante, pero “una herencia sin testamento”, en el sentido de que tal herencia exige, mas allá de su conservación, una iniciativa nueva de parte de aquellas que la reciben.

 

La serena afirmación de su, de las mujeres, que ostentando su placer y su deseo.- no se reinvindican de ningún movimiento político, es una consecuencia y una forma innombrada de feminismo. El movimiento se expande en una red de iniciativas sectoriales, de acuerdo a la capacidad y a la inspiración de cada una. Las luchas se van afinando haciendo más específicas en materia de trabajo de violencia sexual, de derechos políticos, económicos, de lucha contra la pobreza, de investigación científica. El logro ha consolidad en el reconocimiento y el respecto a la variedad de formas en que estos compromisos e expresan, ninguno ocupa el lugar central que determinaría todos los cambios. Ninguno detenta el saber absoluto. Esta solidaridad, mas allá de las rivalidades que hace del mundo masculino una muralla y asegura su poder, no tiene aun su equivalente entre las mujeres, sin embargo se la ve progresar en todos los medios y es la condición de su avance.

 

            El “movimiento” adquiere hoy la forma de una “red”. Un trabajo de formación tan importante como el de la reacción secular entre los sexos a largo plazo: debe hacer tretas con el tiempo y someterse a metamorfosis. No obedece a un modelo preestablecido sino se inventa en la coyuntura y la confrontación de las opiniones y de las opciones.

La “revolución” de las mujeres no corresponde a la imagen de tabal rasa ni de reconstrucción a partir de cero, hace tetra con lo dado. No se puede, de hecho inaugurar inmundo nuevo sin palabras nuevas, sin formas nuevas. Ellas, es verdad, no deponen de una decisión como las nuevas leyes, no obedece a un orden dado sino se traman en la relación que cada una mantiene con su creación y la creación de las otras. Lo político y lo teórico cojean sin el relevo de lo poético. El feminismo es también esto se ha olvidado un poco una cuestión de lenguaje[5].

 

            En la región de América Latina y el Caribe han estado legalmente las mujeres, subordinadas al varón desde la creación de los códigos civiles y penales en cada uno de los países. Ese camino para lograr la igualdad de derechos con los hombres ha sido lento, lleno de obstáculos y resistencias… Sin embargo, subsisten en las legislaciones aspectos discriminatorios que es preciso superar, algunos muy evidentes como el caso de la potestad absoluta del esposo, vigentes aun en algunos países, y otros más sutiles, pero no por eso menos eficaces. Las normas jurídicas reflejan los valores sociales dominantes y el derecho tiene grupos y de ese modo legitima los contenidos ideológicos como por ejemplo los que provienen del  sistema patriarcal que sustenta simbólicamente la vida social, y además sirve para calificar y valorar las acciones y las conductas en general.

La legislación latinoamericana y algunas caribeñas de inspiración romana o napoleónica, con códigos  que ratifican y promueven la violencia contra la mujer por parte de su cónyuge como mecanismo de castigo y control, refuerzan la noción de propiedad y autoridad masculina. Las leyes respondan y legitiman a  quien ejerce el poder, en este caso el hombre sobre quien ocupa una posición inferior, la mujer, y así se establece un sistema normativo y judicial que retroalimenta los valores culturales y que consolidad su carácter de obstáculo primordial para la solución del problema de la violencia contra la mujer especialmente la violencia de la que es objeto dentro de la familia.

 

            Por eso, sitien hay que utilizar el sistema jurídico y hay que luchar para que se promulguen leyes contra las mujeres, hay que hacerlo teniendo en cuenta que toda medida legislativa que tenga el objetivo de prevenir, erradicar o sancionar la violencia de genero debe tener en cuenta, en primer lugar, que la violencia de genero abarca todas las formas de violencia que perpetúan la desigualdad entre los hombres y las mujeres y que a su vez aseguran la inferioridad de todo lo que es asociado, con lo femenino.

 

Se ha reconocido, a nivel tanto  nacional como internacional, que la violencia de género obstaculiza el adelanto de las mujeres en todos los ámbitos de la vida y las priva de su dignidad y de su derecho a conducir su propia existencia. Además, también se ha reconocido que este tipo de violencia repercute en toda la sociedad, porque aunque la mujer sea normalmente la victima inmediata, la familia, los niños y las niñas e incluso los hombres, pueden sufrir las secuelas de este tipo de violencia. [6]

El movimiento feminista en el Perú ha sido uno de los más visibles y desarrollados en la región: ha tenido también  un proceso de  desarrollo similar a muchos otros países, se ha vuelto lentamente plural, rebasando el espacio llamado “autónomo” para instalarse en múltiples espacios: el académico, el popular, el institucional publico y el estatal, en la cultura  y los medios de comunicación[7]. Es por ello que para nuestro país, el siglo XXI se inaugura con la designación del 2000 el “Año de la Lucha contra la violencia familiar” convocando hacia un frente común a los diferentes actores sociales en un acto de claro reconocimiento de que somos herederos de la lacra social de la violencia que marco el siglo precedente.

 

            En el intento de explicar las variadas y múltiples formas que asumen la violencia en este continuum que sin distingo atraviesa la humanidad clases razas y se instala en la pareja y su dinámica relacional en el ámbito familiar;  los temas de debate y análisis en las reciente décadas, han sido los roles del hombre y  la mujer, lo masculino, lo femenino la vida de pareja y la vida familiar. [8]

 

Los grupos de autoconciencia es un método que sirvió como practica política en el avance de las mujeres, es decir a través de estos grupos de autoconciencia que crearon su propio espacio de mujeres, del cual era muy sencillo se trataba de formar grupos pequeños de mujeres que se reunían para hablar de si mismas, sus experiencias de lo cotidiano, sus problemas, sus necesidades  y tomar conciencia  de lo que significa para ellas “ser mujer”. Estas prácticas de la autoconciencia se injerto en la práctica social y era una nueva forma de hacer política  a la manera de las mujeres. Las practicas que las mujeres habían diseñado a través de la toma de la autoconciencia les permitía tratarse en primer apersona, se identificaban recíprocamente, es decir veían en el espejo de la otra, su mismo problema su mismo discurso, esto siempre y cuando la mujer que se expresa tiene plena conciencia de si misma o lo adquirido políticamente. [9]

 

Es por ello que a través de los grupos de autoconciencia permitió conocer los principales obstáculos que las mujeres afectadas por la violencia familiar encuentran, en los itinerarios que siguen en los servicios,  se hallan la complejidad de los procedimientos jurídicos- legales, sus costos, así como la respuesta fragmentada y la falta de  calidad de la atención prestada. Y de manera sobresaliente la reducida atención que se presta al aspecto socio emocional de la violencia familiar. A la vez estos espacios permitieron a las mujeres inmersas en el círculo de la violencia comprender que no estaban solas, que no eran las únicas y que debían cortar y salir del laberinto.

Testimonio:

Violeta: “Eso nadie lo ha sabido”

Afectada de Lima: 42 años casada 4 hijos

Secundaria incompleta, Promotora Educativa.

Si, la primera vez que lo cuento, incluso tengo cosas secretas que eso no lo sabia nadie, por que cuando he sido chica, ósea a que mi padre me violo cuando era muchacha, cuando era chica. Creo que tendría 9 años, algo así porque me acuerdo a lo lejos. Ocurrió varias veces cuando mi mama se iba de viaje, a nadie, a nadie, a nadie le he contando eso lo he tenido y solamente iba al cerro.

Yo no tengo rencor porque yo trataba de no vivir con mis padres cuando era chica, yo me iba a mis tíos, a cuidar bebes de mis tíos, yo decía- tío yo te cuido tu bebe-; ya yo me iba cuidar sus bebes.. Yo me cuidaba los bebes de mi tío, depuse ya ellos crecieron y me agarre otro tío, depuse esos chicos crecieron. Y después cuando tenia 12 años mi mamá me metió al convento.

Me fui al convento porque quería estar en mi casa, no quería estar, mi mama seguramente habría sospechado, pero no me decía, ósea no me he llevado nunca bien, no se yo le he dicho a mi hermana mayor a lo mejor yo soy adoptada le digo, no se porque no me ha llevado, pero hasta ahorita no me lleva bien mi mama.[10]

Yo trato de aparentar que vivo feliz pero hay problemas, con mi marido yo misma en contra de mi voluntad me veo obligada, cuando yo doy por lastima, por obligación de casada. Ose a que a la relación le tengo cólera, ose que no me explico porque dicen que las mujeres no podemos vivir sin eso, ellos dicen que no podemos vivir. Como yo había salido del convento para mi es atroz. Ósea  las poses que salen en las revistas. Yo no quería, yo le decía,- no eso yo no quiero- le digo. porque a veces uno siente vergüenza, uno se siente incomodo. El se vengaba con no darme nada, se le daba por no darme la plata. Me dejaba a veces sin comer y yo agarraba y me iba así a mis amigas, yo me iba, me iba a visitar así con mis hijos, pasaba ahí la tarde y me daban de comer, mis amigas me daba de comer a mi ay a mis hijos.
Varias veces me ha pegado, incluso una vez ya no me aguante y acudí a una decisión definitivamente o el o yo, a garre el cuchillo y le dije, ahora si, de acá es el ultimo que me vas apegar. Eso ha sido cuando estábamos en Tahuantisuyo viviendo todavía, cuando tenia mis dos bebes, ósea tenia a la mayor y tenia a la otra, la segunda,…, incluso la segunda fue sietemesina por esos maltratos que pasaba, a nació así ella.

A lo que me he dedicado ahora es a cuidar a los niños, darles amor a los niños ya que yo no tuve ese amor de mis padres, de mi mama, ose que yo trato de dar a otros niños que no tienen a su mama cerca por lo que ellas trabajan, por esa razón es por lo que me he dedicado a los niños.

 

El caso de violeta no solo muestra la violación sufrida de niña por parte de sus padre, hace ver que la madre no es ajena a lo que ocurre , quien al enviarla al convento parece que adjudicara a la niña a la responsabilidad de lo ocurrido y al mismo tiempo preserva su relación marital. En este caso se observa que al tener fantasías  respecto a su origen sumiendo que tal vez es una hija adoptiva, trata de encontrar una justificación que explique la falta de amor de su madre y la violación del padre. Por lo tanto estos espacios de autoconciencia permitieron a las mujeres inmersas en el círculo de la violencia de género, comprender que no estaban solas, y que no eran las únicas y salir del laberinto.



[1] Char René.

[2] Giddnes Anthony. Un mundo Desbocado Los efectos de la Globalización en nuestras vidas. TAURUS.

[3] Marvin Harris, Antropólogo Norteaméricano

[4] Moros Cecilia. Filosofa y catedrática de Filosofía. Universidad Complutense , Madrid. Fundadora de Seminario Permanente “Feminismo e ilustración”.

[5] Collin Francoise, escritora, filosofa ha vivido y enseñado sucesivamente en Bruselas y en Paris. Fundadora de la primera revista feminista en lengua francesa 1973.

[6] Foro de ONG sobre la Mujer Bejing 1995.

[7] Vargas Valente, Virginia. La Trayectoria del Movimiento Feminista en el Perú.

[8] La Dimensión Afectiva en los Testimonios de las Mujeres que sufren Violencia Familiar. Ministerio de Salud-Lima Perú 2001.

[9] Librería de Mujeres de Milán. No creas tener Derechos. La Generación de la Libertad femenina en las ideas y vivencias de un grupo de mujeres. Horas y Horas la Editorial, Italia, Milán.

[10] Vega Deza, Violencia en las relaciones de Pareja Una Búsqueda en la Subjetividad de las Mujeres. Lima Demus, 1995.

RELOJ  
   
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